“Conocen sus derechos y ahora son multiplicadoras del mensaje, en espacios donde aún predomina el poder del hombre”, refiere Mury Pernía, presidenta de la Asociación de Mujeres por el Bienestar y la Asistencia Recíproca –Ambar-
por Rosibel Cristina González
A través de una investigación realizada por quienes integran la Asociación de Mujeres por el Bienestar y la Asistencia Recíproca (Ambar) se determinó que las mujeres, adolescentes y niñas, son más susceptibles de ser captadas por quienes dirigen el negocio en el Arco Minero y las acciones desatadas por la ambición del oro, en el estado Bolívar.
Nury Pernía, presidenta de Ambar, explicó que tanto niñas, adolescentes y mujeres – indígenas, criollas, rurales o urbanas-, son víctimas de múltiples abusos y representan –para los dueños del negocio minero y aliados-, un recurso más que extraen del territorio “y son más propensas en contraer infecciones de transmisión sexual y malaria”.
Ante ello, Ambar creó el programa “Formación de lideresas frente a la violencia”, para desarrollarlo en la parroquia San Isidro, Ciudad Las Claritas, situada en el kilómetro 88 del municipio Sifontes, estado Bolívar, y hoy día suman más de 200 mujeres que llevan el mensaje de prevención en todas sus comunidades y fuera de ellas.
“Las mujeres de Ciudad Las Claritas en el estado Bolívar le hicieron frente a la violencia, conocen la legislación venezolana en materia de violencia de género, saben sus derechos y también se instruyen en materia de salud, con el fin de evitar que se propaguen enfermedades de índole sexual”, acotó Pernía.
La presidenta de Ambar indicó que el desconocimiento de las leyes a favor de las mujeres, incrementan la violencia, explotación sexual, trata de personas, amenazas y hasta la muerte.