Hoy, 15 de septiembre, se celebra el día internacional de la democracia, su definición es tan amplia como compleja, pues, existen una pluralidad de ideas, concepciones y usos para definir la democracia. En la mayoría de los casos, el concepto es empleado como forma de gobierno, en otros, como sinónimo de libertad, de igualdad, de gobierno de mayoría, de justicia social, de fraternidad, de participación, de respeto a las minorías, entre otros, uno de los valores y principios universales fundamentales
Por otro lado, desde el punto de vista político, la democracia constituye un régimen político que implica no solo una forma de gobierno, sino también una estructura económica y social en el que todos los miembros de la nación están llamados a intervenir en su dirección, en pro del interés común.
El concepto de democracia igualmente está ligado a valores, actitudes y conductas democráticas. Esto se entiende así, pues el fundamento de la democracia es el reconocimiento de la dignidad de la persona humana, las personas son libres, lo que implica que tienen la facultad de decidir y elegir, esta libertad permite tomar decisiones en forma responsable.
Así mismo, la democracia es reconocida como forma de organización social y política que mejor garantiza el respeto, el ejercicio y promoción de los derechos humanos. Es en una sociedad donde se respetan y promueven los derechos humanos que existen garantías elecciones libres y justas en condiciones de igualdad política, asegurando que las decisiones tomadas se ejecuten y que el sistema político tenga efectividad
De manera que, en un entorno social democrático, los derechos humanos garantizan a los individuos que sus intereses serán protegidos, permitiendo llevar una vida digna individual y colectivamente.
En el contexto actual venezolano, es evidente el deterioro de la democracia y sus múltiples formas de expresión. Se ha menoscabado las instituciones y mecanismos democráticos, permitiendo el deterioro progresivo de valores, patrones conductuales, tejido social, entre otros aspectos.
Del mismo modo que los derechos humanos tienen más posibilidades de prosperar en una democracia, un régimen democrático sostenible es inconcebible sin el respeto, la protección y el cumplimiento de los derechos humanos. Los derechos humanos y la democracia no son antípodas, sino que se condicionan mutuamente para lograr el éxito de una comunidad política. En su interacción, permiten al individuo llevar una vida autodeterminada individual y colectivamente. La protección y materialización de los derechos humanos es, por lo tanto, un proyecto genuinamente democrático.
El respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y el principio de celebrar elecciones periódicas y genuinas mediante sufragio universal son elementos esenciales de la democracia. Estos valores están consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y fueron desarrollados posteriormente en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que consagra el conjunto de derechos políticos y libertades civiles que sirven de cimiento a las democracias auténticas.