Genocidio de Ruanda: 27 años de impunidad y dolor para las mujeres

«Mi hijo seguía preguntando quién era su padre. Pero entre los 100 hombres o más que me violaron, no podía decir cuál de todos era el padre” Así comienza el testimonio de una sobreviviente y víctima de violencia sexual durante la masacre contra los tutsis, el denominado Genocidio de Ruanda.

¿Qué pasó realmente?

Hace 27 años, el 07 de abril de 1994, inició el genocidio de Ruanda, el mayor genocidio registrado en el mundo, según la ONU. Un intento de exterminio de la población Tutsi por parte del gobierno dominante Hutu de Ruanda, luego de que la noche del 6 de abril de 1994, Juvenal Habyarimana, miembro Hutu y presidente de Ruanda, muriera en un magnicidio que fue atribuido a los tutsis del Frente Patriótico Ruandés (FPR).

La etnia Hutu era mayoritaria en el país africano para el momento del conflicto, representaba el 85% de la población, y desde 1990 habían librado una guerra civil contra los tutsis del Frente Patriótico Ruandés (FPR), por lo que cuando se corrió la voz del asesinato del presidente Juvenal Habyarimana, los hutus comenzaron a matar a tutsis y miembros moderados de su propia etnia: hombres, mujeres, niños y ancianos fueron masacrados a tiros y machetazos.

Mujeres las principales víctimas

Se calcula que un millón de personas fueron asesinadas hasta el 15 de julio de ese año, con aproximadamente el 70 % de los tutsis siendo asesinados. La violencia sexual fue generalizada: se cree que doscientas mil mujeres fueron violadas durante el genocidio, según ACNUR.

“Todos en la comunidad sabían que fui violada. No había nada que pudiera hacer al respecto” Es el testimonio de Carine, una sobreviviente que contó su testimonio a la BBC. Carine es otra de las miles de víctimas que tuvieron hijos productos de las violaciones y golpes durante el genocidio.

Retos actuales

Las mujeres de Ruanda son la mayoría de sobrevivientes de los oscuros días del genocidio. Después de 1994, el Ejecutivo ruandés impulsó una serie de medidas para que las mujeres liderasen la reparación del país. Esas mujeres han hecho sacrificios enormes para regresar la normalidad a sus vidas, se quedaron solas y emprendieron una lucha diaria para criar y educar a sus hijos y, de esta manera, reconstruir una nueva nación.

Después del genocidio, el gobierno puso al alcance de las mujeres pequeños préstamos económicos para que pudieran impulsar sus negocios, como vender los alimentos que cultivan en sus huertos.

El genocidio de Ruanda nos hace reflexionar sobre las implicaciones y sufrimientos de las mujeres en la actualidad. Estos crímenes atroces no han cesado.

A escala mundial, el 35 por ciento de las mujeres ha experimentado alguna vez violencia física o sexual por parte de una pareja íntima, o violencia sexual perpetrada por una persona distinta de su pareja, según la Organización Mundial para la Salud.

En Venezuela no se maneja con claridad cuántas mujeres han sido víctimas de violencia sexual, pero estos crímenes mayormente son callados por miedo y la impunidad continúa reinando, lo que ocasiona que los perpetradores recurran de nuevo a cometer las violaciones.

Menos del 40% de las mujeres que experimentan violencia buscan algún tipo de ayuda, según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas. La mayoría acude a familiares y amistades, pocas lo hacen a instituciones formales. Menos del 10% acude a la policía a nivel mundial.

La violencia contra las mujeres es una violación de derechos humanos, y un problema de salud pública que afecta a todos los niveles de la sociedad en todas las partes del mundo, según la Organización Panamericana de la Salud. Nos gobiernos deben educar y prevenir estos crímenes, especialmente buscar a los posibles culpables para que no exista la repetición ni que las víctimas vuelvan a sufrir.

A 27 años de los crímenes de Ruanda decimos ¡Basta de violencia contra las mujeres!