Así lo refiere la abogada Luz Patricia Mejía Guerrero, Secretaria Técnica del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI)
Mientras que un estudio de Éxodo refiere que desde el 2019 y hasta la fecha, se contabilizan 114 venezolanos desaparecidos, de los cuales 64 hombres, 39 mujeres, 15 niños y 1 niña
por Rosibel Cristina González
De acuerdo con la Organización Éxodo – dedicada a la investigación, asesoramiento, sensibilización y formación en materia de movilidad humana-, desde el 2019 y hasta la fecha, registran un total de 114 venezolanos desaparecidos.
Los datos corresponden a un subregistro llevado por la organización y establece que son 64 hombres, 39 mujeres, 15 niños y 1 niña, de los cuales se desconoce su paradero y las circunstancias en las que desaparecieron, sin embargo, no
descartan que, en algunos de los casos, se consideren trata de personas, debido a la movilidad a consecuencia de la crisis humanitaria compleja que se vive en el país.
“Nuestras niñas, adolescentes y mujeres no están desaparecidas, están siendo tratadas, explotadas sexualmente o asesinadas por razones de género. Y un Estado que tenga conocimiento del hecho, debe tomar medidas y garantizar información sobre los mecanismos vinculados a la trata de personas, femicidios, migraciones sin control, contextos por lo que desaparecen las mujeres de la región. Todas estas situaciones alimentan las redes del crimen organizado”, sostiene Luz Patricia Mejía Guerrero, Secretaria Técnica del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI).
La Abogada egresada de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela y Master en Derecho Público por la Universidad Carlos III de Madrid, refiere que “cualquier desaparición de mujeres, es forzada, ya que desaparecen en contra de su voluntad y existe una omisión del Estado, frente a la prevención de estos hechos. El Estado debe investigar sobre estas niñas, adolescentes y mujeres, porque en cada hecho, hay características específicas”.
La jurista indica además que existen diferentes mecanismos de captación y los órganos del Estado deben ser llamados a responder ante cualquier denuncia, con oficinas donde las familias puedan acudir a denunciar una desaparición, para luego investigar si fue forzada o no, “movilizarse con debida diligencia para dar respuestas a ese caso individual o colectivo”, asevera.
Finalmente indica que debe aplicarse un elemento fundamental que contempla la justicia transicional y tiene que ver con “sancionar a los responsables y reparar a las víctimas, garantizando además la no repetición”.
Modalidades de explotación
En Venezuela, la captación de personas suele darse en rutas interestatales, estados Sucre, Anzoátegui, Monagas, Carabobo, Bolívar y Delta Amacuro. También existen otras rutas municipales, con destino al sur del país.
Investigaciones en el estado Bolívar, arrojaron como resultado que un 26% de los hombres captados, ejercen la prostitución, mientras que otros son destinados al tráfico de drogas y armas. Las mujeres, son obligadas al trabajo sexual, donde predomina la actividad minera.
Suelen ser comercializadas por 5 ó 10 gramos de oro y también en divisa americana. El dinero u oro recabado, va directo al dueño del prostíbulo. La mujer, a cambio de su servicio, solo recibe comida y techo, en condiciones infrahumanas.
Los niños, son destinados al manejo de máquinas de machineo para cargar piedras o arena. Los sacos suelen pesar entre 20 y 30 kilogramos. Otras veces trabajan en las plantas eléctricas, construidas por los propios mineros.
Los hombres son utilizados para trabajo forzoso, mientras que las mujeres y adolescentes, a la explotación sexual. Las niñas y niños, son expuestos en internet, con fines pornográficos.
Existe también el matrimonio precoz y se da por convenios entre familias, principalmente en las poblaciones indígenas.
Otros elementos que involucra a niñas y niños es , la mendicidad forzada, adopción irregular y extracción de órganos.
La captación suele darse a través del engaño, raptos o secuestros u otras personas que vivieron la misma experiencia y ahora son utilizadas como captadoras.
Las ofertas de empleo -en su mayoría-, son engañosas: en los servicios a prestar y en las condiciones laborales.
Entender la migración
Registros de Éxodo indican que la migración forzada de venezolanos -hacia las islas del Caribe, Centroamérica y el Sur- se dio principalmente por buscar mejoras en las condiciones de vida, pero de forma insegura, ya que muchas de las rutas son controladas por mafias de tratas de personas, que captan a los viajeros con ofertas engañosas. Las mujeres, niñas y niños corren el mayor riesgo de lo que hoy se denomina como esclavitud moderna.
Éxodo refiere que la movilidad humana en Venezuela, está caracterizada por tres elementos: forzada – en la que las personas migran con el objetivo de alcanzar sus Derechos Humanos y cubrir sus necesidades básicas-; insegura –desconocen los documentos que se requieren para emigrar, y los trámites necesarios para su obtención, aunado a las dificultades para la obtención del pasaporte o prórroga, cuyos costos están fijados en $100 y $200; masiva –los migrantes viajan de forma insegura y se enfrentan al endurecimiento de los controles migratorios, cada vez más acentuados.
El informe presentado por la organización indica, que se ha registrado un incremento en la incidencia de la trata de personas. A la fecha, y de acuerdo con la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela, existen 5.448.441 migrantes, refugiados, asilados de Venezuela, registrados en países anfitriones.