Este viernes 18 de diciembre, cuando se conmemora el Día Internacional del Migrante, diversas organizaciones civiles, nos concentraremos en las afueras de la embajada de Trinidad y Tobago, para exigir que cesen las deportaciones de migrantes venezolanos.
Debido a la crisis humanitaria compleja que padece el país actualmente, no reconocida por el Estado venezolano, miles de venezolanos buscan desesperadamente opciones de sustento para sus familias en países vecinos como Trinidad. Huyen desesperadamente y de forma insegura. Por ello, rechazamos contundentemente las acciones generadas por el gobierno de Trinidad y Tobago en contra de migrantes venezolanos, forzados a retornar en embarcaciones inseguras, expuestos a condiciones extremas en altamar, desprovistos de alimentos y agua.
De acuerdo con el Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (Covri), Trinidad y Tobago ha violado al menos cinco tratados internacionales. La Convención de 1951, que establece la no expulsión de refugiados bajo ninguna circunstancia a las fronteras de los territorios donde su vida o su libertad esté en peligro, a no compartir información con su país de origen, y a no imponer sanciones penales por causa de su entrada o presencia irregular; así mismo violenta la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y su protocolo de 1967; Convención sobre los Derechos del Niño de 1989; Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares de 1990 y el Pacto Mundial para la Migración Segura, ordenada y regular de 2018.
Exhortamos al gobierno de Trinidad y Tobago a proteger plenamente los derechos de los migrantes venezolanos, en especial a niños “en necesidad de protección internacional”, como lo establecen los acuerdos en materia de migración, los principios de la no – devolución, confidencialidad, no-penalización, el derecho al debido proceso y las garantías judiciales y la reunificación familiar.
Asimismo, exigimos al gobierno de Trinidad y Tobago atender las solicitudes en la materia, emanadas desde la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dirigida por la Alta Comisionada Michelle Bachelet, quien a través de un comunicado mostró su preocupación por la muerte de 21 venezolanos, cuyos cuerpos fueron hallados en el mar, a 6.3 millas náuticas de las Costas de Güiria – estado Sucre-. Estos venezolanos zarparon en un peñero desde Güiria -el pasado 6 de diciembre-, hacia Trinidad y Tobago, isla caribeña ubicada al noreste de Venezuela. Al llegar, fueron devueltos y naufragaron. El peñero estuvo perdido por tres días.
La tragedia de los #NaufragosDeGuiria no es una tragedia aislada. Existen muchos casos desconocidos y otros que pasan desapercibidos, pero todos igual de dolorosos que el de las 19 personas venezolanas encontradas en las costas de Güiria el pasado domingo 13 de diciembre. Este tipo de tragedias se han podido evitar si las autoridades responsables cumplieran labores fundamentales de protección de los migrantes. El Estado venezolano en vez de proteger, como es su deber, ha sometido a la ciudadanía a una situación de abandono, lo que trae como consecuencia altos riesgos para las personas que deciden migrar como una opción para la búsqueda de sustento para ellos y sus familias.
La Alta Comisionada pidió a Trinidad y Tobago “detener la devolución de migrantes en el mar” y advirtió que de hacerlo, “viola el principio de no devolución”. Instó además a prohibir las expulsiones colectivas, así como la suspensión de todos los retornos forzosos en medio de la pandemia de covid-19 «para salvaguardar la salud de los migrantes y las comunidades. Alentamos a los gobiernos a que, en cambio, proporcionen vías seguras y legales para que los migrantes regularicen su estado y eviten el riesgo de deportación».
Migrar es un derecho humano y los Estados deben garantizar dicho derecho, así como proteger a los ciudadanos que deciden hacerlo. Por ello resulta fundamental exigir la protección de las personas migrantes.
No es migración, es #MigraciónForzada
Asociación de Mujeres por el Bienestar y Asistencia Recíproca (AMBAR)
Centro para la Reflexión y la Acción Social (CERLAS)