Un grupo de mujeres víctimas de explotación sexual de algunas zonas del Área Metropolitana de Caracas, fueron participantes del antiguo Proyecto TÚ a TÚ del Ministerio de Salud, en el que fueron sensibilizadas y formadas en prevención sobre violencia sexual, enfermedades de transmisión sexual y VIH/SIDA. De allí, surge la necesidad de crear una organización enfocada en la atención a mujeres, adolescentes y niñas víctimas de explotación sexual a nivel nacional, es así como el 28 de agosto de 1995, nace la Asociación de Mujeres por el Bienestar y Asistencia Recíproca (Ambar).
Ante la invisibilización y falta de atención por parte del Estado hacia la mujer, Ambar tiene como propósito mejorar la calidad de vida de las niñas, adolescentes y mujeres víctimas de explotación sexual (no solo explotación, trabajadoras sexuales, sobrevivientes de trata, sobrevivientes de violencia…), mediante acciones que garanticen su salud y defensa de sus derechos humanos. En ese contexto, la organización ha centrado sus esfuerzos en la capacitación laboral, prevención de enfermedades de transmisión sexual, asesoría legal y psicológica y campañas de prevención de explotación sexual. Es por ello que ha desarrollado diversos programas
Si bien las mujeres han avanzado en su condición social con respecto a las generaciones anteriores, la igualdad y la no discriminación continúan siendo un desafío en la actualidad, es por esta razón que Ambar ha desarrollado diversos programas que intentan minimizar las brechas de desigualdad y exclusión de mujeres:
- Programa de formación de mujeres víctimas de violencia; el primer programa desde que se fundó la organización que consiste en módulos de capacitación en diferentes áreas: laboral (peluquería, cocina, corte y costura, manualidades, computación, baile, pedrería y tapicería), empoderamiento de la mujer (salud sexual y reproductiva, leyes, migración, derechos humanos, participación ciudadana, entre otros). Además, se presta asesoría legal, psicológica y en salud sexual y reproductiva (implantes subdérmico y entrega de otros métodos anticonceptivos).
- Programa Casa Hogar; creado en el año 2000, orientado en la atención de adolescentes víctimas de abuso, maltratadas o en situación de riesgo y cuyo fin es la re escolarización en la educación formal y retorno a sus hogares, si es permitido. Un promedio de 5 mil adolescentes ha sido beneficiado. Actualmente paralizado por la cuarentena por Covid-19
- Programa Centro Integral Materno Infantil; en funcionamiento desde 1996 y con más de mil 500 niños atendidos, este programa está destinado al cuidado de los hijos (3 meses a 6 años) de trabajadoras sexuales, mujeres en situación de riesgo social o beneficiarias de los programas de formación de Ambar. Actualmente paralizado por la cuarentena por Covid-19
- Academia Infantil Ambar, programa recreativo que forma a niños y niñas en tareas dirigidas y otras actividades artísticas (canto, baile, pintura, instrumentos musicales, etc.). Desde 2014 ha capacitado a mil niños de la comunidad. Actualmente paralizado por la cuarentena por Covid-19
Es así como Ambar ha sido reconocida como organización de defensa y vigilancia de los derechos humanos de las mujeres, no solo por el despliegue en áreas pertinentes, sino también por un equipo técnico multidisciplinario para la atención de casos en Caracas y otras regiones del país (Apure, Bolívar, Anzoátegui, Mérida, Monagas, Nueva Esparta, Táchira, entre otros), procurando un nuevo paradigma cultural de las mujeres. Ha desarrollado trabajos y activismo en alianza con otras organizaciones que tengan incidencia en la opinión pública y en acciones que fortalezcan el ejercicio de los derechos de las mujeres.
En palabras de su presidenta, Nury Pernía, “debemos trabajar en equipo y diseñar y ejecutar políticas con enfoque de género y elevar el rol de la mujer en la actualidad”, es por tal motivo que Ambar pertenece a numerosas redes que conforman el tejido social: RATT Internacional Red de Alto al tráfico y Trata de personas, Met Sida Venezuela, Observatorio por los Derechos de la Mujer en Venezuela, por mencionarse algunas.
Ante el desamparo del gobierno y ausencia de políticas públicas en la materia, Ambar reitera que la protección y promoción de los derechos de las mujeres es una responsabilidad del gobierno, en conjunto con otros actores de la sociedad. De cara al futuro y comprometida con los nuevos retos, Ambar seguirá siendo referencia en la defensa de los derechos humanos de las mujeres y en la consecución de la igualdad de género en el marco de derechos humanos, así como en su capacitación y activismo.