La igualdad de género es un derecho humano, esencial para vivir en una sociedad en equidad de condiciones y oportunidades. Las mujeres a medida que fueron incorporándose en el mundo laboral, no lo hacían en las mismas condiciones que los hombres, aún en la actualidad son muchos los casos donde las mujeres ganan menos que los hombres, a pesar de tener los mismos puestos y responsabilidades. Siendo la lucha por tener igualdad de derechos laborales uno de los motivos que originó el Día de la Mujer. Pero la desigualdad se mantiene aún presente.
Existen barreras que limitan el desarrollo o crecimiento de las mujeres en igualdad de condiciones u oportunidades que la de hombres. Barreas que perjudican a la mujer en su carrera profesional y en su vida personal. Las mujeres siguen siendo víctimas de violencia física y psicoemocional, discriminación, acoso callejero o sexual, y son las que mayormente asumen las cargas dentro del hogar, por mencionar algunos ejemplos. A lo largo de la historia a la mujer se le ha atribuido las labores del hogar, como limpiar la casa, cuidar de los hijos y demás miembros de la familia.
Actualmente en 18 países, los esposos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen. Las mujeres deben además organizar su profesión con la maternidad y no siempre se les otorga el derecho de baja, sino que se ven obligadas a renunciar. La ONU señala la situación de la mujer en el mundo laboral con las siguientes barreras: brecha salarial, desigualdad de género, barreras legales y la falta de protección social.
Ahora con la actual pandemia por Covid-19, y de acuerdo con Naciones Unidas, podrían revertirse los escasos logros alcanzados en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres. Las mujeres se ven agravadas con las desigualdades existentes, desde la salud, la economía hasta la seguridad y protección social. Mujeres que no solo tienen que enfrentarse a los desafíos dentro del trabajo, del hogar, sino también con acosos en los espacios públicos, los cuales muchas han denunciado por redes sociales. No existe el mismo impacto emocional de una mujer que vive acoso callejero para llegar al lugar de trabajo, tener que concentrarse y cumplir con las responsabilidades laborales, mientras asimila la experiencia vivida y luego deber enfrentarse con retornar a casa, a veces teniendo que tomar el mismo camino. No existen políticas públicas que le aseguren protección.
[ngg src=»galleries» ids=»1″ display=»basic_imagebrowser»]Naciones Unidas, señala además que cerca del 60% de las mujeres trabaja en la economía informal, lo que las expone aún más a caer en pobreza y laborar en lugares inseguros, como la calle. Denuncia que la pandemia ha producido un aumento de violencia contra las mujeres y las niñas. Las medidas de confinamiento han ocasionado que muchas mujeres se encuentren atrapadas en casa con sus agresores.
También como consecuencia del Covid-19, son las mujeres, las que mayormente se encargan de cuidar de las personas de la tercera edad o de sus hijos, quienes ya no están asistiendo a clases de manera presencial. Sumado a las cargas a las que puedan verse sometidas las mujeres dentro del ámbito laboral, ahora no solo la madre debe atender la casa, el trabajo, sino convertirse en maestra.
Algunas mujeres pueden ser víctimas también de acoso laboral. El movimiento #MeToo llego para sacudir a Venezuela, mujeres que no reconocían que dichas conductas hacia ellas eran abusivas, o que decidieron permanecer callas, por cualquier motivo, ahora alzan sus voces y denuncian a sus agresores. Las mujeres denuncian, no solo acosos callejeros, manipulaciones, violaciones, estupro, sino como han sido víctimas de acosos laborales.
En los lugares de trabajo, ya sean presenciales o virtuales, las mujeres también sufren de violencia, a través del acoso sexual y hostigamiento laboral, los cuales pueden ocasionar daños físicos y psicoemocionales, un ejemplo es que los agresores suelen chantajear a la víctima con despedirla del trabajo.
La OIT ha señalado el acoso sexual y el hostigamiento laboral como una violación de los derechos fundamentales de los trabajadores, declarando que constituye un problema de seguridad y salud, y una forma de violencia, principalmente contra las mujeres.
A continuación, dejamos algunas definiciones para que puedan reconocerse las situaciones de violencia más usadas en el trabajo1:
“Las expresiones de violencia de género más comunes encontradas son: insultos, ofensas, amenazas de desmejora laboral, castigos laborales, agresiones físicas, despidos, insinuaciones sexuales, violaciones.”
Bulling: Se hostiga, ofende, excluye o se afecta negativamente en el desempeño de su trabajo de manera repetida y regular.
Mobbing: Comportamientos hostiles hacia la persona, durante largo periodo.
Hostigamiento moral: Intimidaciones, comportamientos, palabras, actos, gestos o escritos, con la intención de agredir o afectar la dignidad, integridad física o piscoemocional de la persona, creando un ambiente intimidante, hostil, degradante, humillante u ofensivo.
Hostigamiento laboral: Son acciones repetidas con el propósito de provocar dolor mental y o físico.
Abuso emocional en el trabajo: Hostilidad verbal y no verbal con la intención de afectar negativamente su competencia laboral.
Abuso de poder: Utiliza su poder o puesto de trabajo para influenciar negativamente, menoscabar, sabotear o perjudicar el trabajo o la carrera de la persona. Comprende actos flagrantes como la intimidación, la amenaza, el chantaje, el desprestigio, la coerción.
Acoso sexual laboral: Toda conducta no deseada de naturaleza sexual que atenta contra la dignidad y la integridad de la persona que la sufre, y con la amenaza expresa o tácita de causarle un mal relacionado. Se humilla y degrada.
Violencia de género en el trabajo: Agresión verbal, gestual, física, psicológica y sexual, en el marco de relaciones laborales que afecta la dignidad e integridad de las personas, su salud y sus posibilidades de acceso, permanencia y ascenso laboral.
“El hostigamiento laboral y el acoso sexual afectan la estabilidad laboral y las condiciones de trabajo de quienes las sufren, al crear un clima de trabajo insoportable para la víctima, provocando bajo rendimiento, ausentismo y hasta la renuncia al trabajo”
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1Violencia de género en el trabajo: acoso sexual y hostigamiento laboral. Doris Acevedo, Yajaira Biaggii, Glánes Borges. Caracas. 2009
